Fernando Valle Buendía es un escritor
nazqueño que se asentó en Huacho en la década pasada. Tiene publicado dos
libros de poesía, dos novelas y un relato. El libro que voy a comentar se llama
El lustrabotas (Impreso en talleres
gráfico Bisso S.I.R.L – Huacho- Perú 1983) que fue galardona por la revista
argentina Hispanoamérica como finalista. El jurado que precedía el concurso
estaba conformado por Augusto Roa Basto, Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa.
El relato es muy mencionado entre los entendido
de la ciudad de Huacho como uno de los mejores textos que se han escrito y
publicado en (sobre) la ciudad por la sencilla razón que está ambientado en las
diferentes calles de Huacho y porque recoge el habla popular de esa época. Lo
curioso es que el libro ha sido poco difundido entre la población (solo fue
publicado una vez y su tiraje fue austero). Yo me arriesgaría a decir que el
relato se volvió mítico por el concurso que ganó.
Han pasado muchos años desde que escuché
el mítico discurso que envolvía el libro. Los años solo me generaron preguntan:
¿Existía el libro? ¿Quién poseía el libro? ¿Ganó el concurso que la gente
refería? Busqué, pregunté y di con algunos paraderos que posiblemente podría
estar el libro (olvidado) en el estante del hogar: no lo encontré.
Por una decisión personal no quiero
revelar cómo adquirí el libro. Lo que sí puedo es exponer algunas ideas que he
sustraído del libro y que revela el mal entendimiento que ha tenido los
intelectuales (lo llamaré de esta manera) de la ciudad (Huacho) acerca de este
libro. 1. El libro no ganó el concurso que la gente decía solo fue finalista y
publicada en un número por la revista argentina (Tengo la carta de felicitación
que la revista envió al escritor por ser finalista en dicho concurso). 2 El
jurado que presidió el concurso era lo que se afirmaba. 3 El libro describe a la
ciudad de Huacho y sus avenidas más populosas. 4 El habla que se lee en los
diálogos del libro no es de la gente de la zona. He comprobado que el modo de
hablar corresponde a la gente de Nazca, con unos términos afroperuanos y dejos
de la gente de la serranía (Para las dudas invito a la lectura del libro “Canto
de Sirena” de Gregorio Martínez para la comparación del léxico afroperuano). 5
Es verdad, el libro no existe en ningún lado. 6 El texto publicado en la
revista y el texto publicado en libro por auspicio de la alcaldía de Huacho son
diferentes (pasajes del comienzo de la obra, conversación recortadas, diferente
disposición en torno a su división por apartados).
El
lustrabotas
de Fernando Valle Buendía puede aparentarse con el relato de César Vallejo
“Paco Yunque”; el libro de cuentos de “Los inocente” de Oswaldo Reynoso, “Los
aprendices” de Carlos Eduardo Zabaleta o la novela corta “Los cachorros” de
Mario Vargas Llosa. Menciono esta tradición por encontrar similitud entorno al
uso del personaje adolescente y que todos los libros mencionados usan la misma
trama (un contexto injusto que tiene que enfrontar para salir airoso).
En torno al lenguaje presiento que Valle
Buendía tenía muy bien aprendido las bases dejadas por Ciro Alegría en torno a
su visión de la novela (sus dos novelas publicadas se deja entrever). Así el
lenguaje que envolvía a los personajes debía ser muy importante para
desarrollar cualquier texto literario aunque este sea urbano (como es el caso
de Los inocentes).
La lectura que se le hizo a la obra cayó
en el entusiasmo positivista de relacionarlo a la ciudad y se afirmó que la
obra representaba y reflejada la idiosincrasia de los pobladores de Huacho. Mi
lectura atenta ha encontrado serios indicios que lo afirmado líneas anteriores
es falso. Si bien es cierto que hay un contexto de la ciudad y personajes que
se desarrollan en el texto con ciertas características notorias que hacen que
se aparenten con lo afirmado, no se llega a construir el personaje entorno a su
pensamiento y su representación objetiva (habla) porque lo que leemos en
realidad es la construcción mental de hibridación lingüística que hace el autor
entre su descendencia nazqueña (influencia afroperuana) y quechua. Para
terminar este punto puedo afirmar subjetivamente que en Huacho la población
afro no tiene presencia en la población como tiene la ciudad de Nazca.
El
lustrabotas es
un relato (aunque el autor lo entendió como un cuento) que, a pesar, de los
puntos en discrepancias aquí expuesto, trata de afrontar y construir un texto
que represente a un sector de la población en si minoritaria y marginada que
son los lustrabotas. Pero también hay algo que nadie ha dicho y es que el relato
nos presenta el desarrollo paulatino de la ciudad, y como aquellos que viven a
los alrededores (la ciudad termina en el hospital Obrero) sufren los primeros
estragos del desarrollo demográfico. Otro tema que mencionar y pueden ser
tratados en otro momento es el machismo imperante en las familias pobres, la
educación rígida y los valores
familiares, sociales y juveniles.
Sé que mi comentario solo servirá (espero)
para una nueva publicación del texto que generaría nuevas lecturas que aporten
y oriente los nuevos entendimientos del texto literario, porque leerlo y coger
su tapa de cartulina azul con impresión artesanal no solo costará años de
búsqueda sino también el descubrimiento que no solo en Lima se escribe una buena
literatura.
Presentación: Buena
Puntuación: Buena
Género: Relato
Leído: 5 de Mayo del
2012