Estoy convencido que cada libro tiene su
importancia aunque en una lectura atenta le encuentre un pie cojo. Un libro
encierra un aprendizaje y, a la vez, un enfrentamiento con la escritura.
Totalizar una belleza que se dignifique en la escritura y creación de un
universo ficticio es una tarea ardua que puede costar toda una vida. Mi
comentario introductorio es por la lectura cautivante de la novela corta Los
poderes secretos de Miguel Gutiérrez (Jaime Campodónico Editor 1993). Una
novela que se puede enmarcar dentro de aquellas que tiene la turbulencia de
dejarnos agotados por lo maravilloso que puede ser la ficción.
El libro en si es una experimentación de
novela corta. Pero también puede involucrarse con el ensayo, la ficción y el
testimonio. Miguel Gutiérrez nos quiere involucrar sobre la insatisfacción de
la escritura, sí aquella que siempre queremos escribir pero nunca lograremos
estar preparado para enfrentarnos a su escritura.
La novela empieza con una insatisfacción
acuesta pero con una documentación que borra la barrera de la ficción. ¿Qué
tanto de lo que afirma el narrador como argumentación para desarrollar su
novela es cierto? No lo sé. Pero presiento que todos los lectores sentiremos en
un momento ¿y si todo lo aquí afirmado es cierto? Es esta pregunta la que hace
importante la novela: burlar la ficción para enfrentarse aquella realidad que
nos convertirá en otro tipo de hombres.
La novela también tiene otro punto
valioso: desentraña aquello que nos esforzamos de ocultar para mantener una
hegemonía sobre los otros. Es la cofradía que siempre existe y manipula nuestras
vidas secretamente y que todos desconocemos/conocemos pero mantenemos por temor
al cambio.
Los poderes secretos, reconstruye desde
la otra orilla el misterio de la escritura de Los Comentarios Reales del Inca
Garcilaso de la Vega conjuntamente con el manuscrito de Historia Occidentalis
del padre Blas Valera. De esta manera la novela nos presenta indicios de como el
Inca Garcilaso se ha ido solidificando como símbolo de identidad de los
peruanos mediante una sociedad secreta que cuida sus intereses por medio de
este icono.
Una novela trepidante, crítica y
literaria que para mi humilde juicio es la mejor de Gutiérrez –aunque muchas
digan que sea La violencia del tiempo-, la mejor de los años noventa - junto
con Salón de belleza de Mario Bellatin- y unas de las más importante de
Latinoamérica –junto con Pedro Paramo, Crónica de una muerte anunciada, El
Túnel y Luna Caliente.
Una novela que todo peruano debe leer
por su importancia y por la reflexión que suscita acerca de nuestra identidad.
Presentación: Buena
Puntuación: Excelente
Género: Narrativo
Leído: 6 de Abril de 2012