El poeta peruano
radicado en los Estados Unidos Roger Santivañez, gentilmente, me ha aceptado
una entrevista sobre su quehacer poético de estos últimos años, así como una
evaluación de su vida literaria. Roger
acaba de publicar en julio pasado en Lima la segunda edición de 'Amaranth'
(Tranvias Editores) originalmente publicada en España, 2010; y su nueva obra
'Roberts Pool Crepusculos' Coleccion Premio Libros de poesía breve de Hipocampo
editores. De esta manera iniciamos el segmentos de entrevistas a los mejores
representantes de la literatura peruana y latinoamericana.
1 ¿Qué recuerdo tienes de tus primeros
acercamientos a la poesía?
Mis primeros
acercamientos a la poesía fueron intuitivos. Recuerdo que cuando tenía siete u
ocho años –estando de vacaciones en Lima pues yo vivía en Piura- escribí una
especie de poemas (digo especie porque yo no tenía idea de la poesía) en los
cuales jugaba y me divertía con las
sonoridades del lenguaje. Para mí fue una suerte de descubrimiento alborozado y
bajo la influencia de ciertas canciones rock que conocía debido a que mis
hermanos mayores las escuchaban. Pero allí quedó la cosa, fue flor de un día.
Posteriormente –en mi casa de Piura- me conmovió extraña y profundamente –hacia
los doce o trece años- la lectura que hizo mi padre del Llanto por la muerte de
Ignacio Sánchez Mejías de García Lorca (a quien él adoraba) probando una
grabadora de caset que eran novedad por aquellos días. Fue un impacto muy
grande. Pero tampoco sabía bien de qué se trataba. Sólo en cuarto de media y
cuando ya había empezado a escribir textos a los que yo –en mi soledad- llamaba
poemas, cogí la obra completa de Vallejo –edición Moncloa , 1968- que mi padre
atesoraba- y allí sí que se me rompió el cerebro y decidí que mi camino sería
–única y exclusivamente- el de la poesía.
2. ¿Cuál es tu
disciplina para la escritura?
Mi disciplina para la
escritura es simple. Me predispongo para la poesía y entonces empiezo a
escuchar –dentro de mi cabeza- los primeros acordes poéticos de la expresión.
Seguidamente, principio a escribir. Y usualmente no paro hasta terminar el
poema. Claro que el punto central es aquel predisponerse para la poesía y eso
implica una disciplina vital por la que uno debe estar en poesía. Esto
significa permanentemente mirar el mundo, la vida y las cosas poéticamente. Es
decir, desde el punto de vista de la poesía. En cierto modo uno tienen que
estar –digamos- en un mundo aparte, en tus reinos interiores como dice
Hinostroza.
3. ¿Qué importancia
tiene Kloaka para Roger Santivañez?
El Movimiento Kloaka
(1982-1986) tiene la importancia de haber sido la gran experiencia colectiva de
mi generación. Kloaka en su fundación –Dreyfus, Novoa, Gutiérrez y quien
escribe- fue una suprahermandad –hasta comíamos del mismo plato- cohesionada
por la entrega total a nosotros mismos –hacíamos sesiones empíricas de
psicoanálisis mutuo- exteriorizando todo lo que habíamos vivido –sufrido- desde
nuestra infancia y adolescencia. Y también fue un taller de creación poética y
literaria, un intercambio de pareceres. Luego con la entrada y/o participación
en Kloaka de Velarde, De Ramos, Polanco,
Soto, Heredia -y de los aliados y/o simpatizantes Mazzotti,
D. Ruiz Rosas, Dávila-Franco, Quijano,
Bryce, Martin, B. Mendizábal, Berger-
nuestra acción pública se extendió –así como con las bandas Durazno
Sangrando, Kola Rok de (Edgar Barraza, el inolvidable Kilowatt ), Medias Sucias
y principalmente Delpueblo ( en su formación única y original) y nos propusimos ser una conciencia vigilante
desde la poesía (es decir desde el punto
de vista más humano) de toda la sociedad
en su conjunto, a la que considerábamos una cloaca –y de ahí el nombre Kloaka-
porque veíamos que el Perú era una sociedad en descomposición total y
decadencia absoluta y por eso planteábamos una Revolución radical de corte
anarquista y con la perspectiva utópica prendada de un nuevo horizonte hacia el
Socialismo. Kloaka fue la actitud de neovanguardia que nos reclamaba la
inmarcesible juventud de los 1980s.
4. ¿Symbol” (Princeton,
1991) es la para la critica peruana uno de los libros fundamentales para
comprender la poesía peruana esperabas esta respuesta?
No, la verdad que no la
esperaba. Uno cuando escribe
–simplemente lo hace- y no está pensando en el efecto que tendrá. Escribí
Symbol durante los últimos días de
diciembre de 1989 y todo el verano de 1990. Fueron noches de unos meses
alucinantes. Buscaba sacarme desde lo más hondo de adentro de mí mismo algo así
como mi verdadera voz y/o mi verdadera vida (Rimbaud) y lo cierto es que yo
seguía a pie juntillas las consignas del genio francés. Por ejemplo: “Ahora
estoy maldito, me da horror la patria. Lo mejor es dormir muy borracho sobre la
arena”. “Apreciemos sin vértigo la
extensión de mi inocencia”. “La vida es la farsa que hemos de representar
todos”. “Me creo en el infierno, luego estoy en él”. Y también: “La verdadera
vida está en otra parte”. “Hay que ser absolutamente moderno”. ”estoy
consagrado a un desorden nuevo, espero converitirme en un loco peligroso”. Y finalmente “Una tarde senté a la Belleza en
mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié.” [versiones de Miguel Casado
y Eduardo Moga]. Esta fue la ideología que alumbró Symbol en medio del pico más
alto que alcanzó la insurrección de Sendero Luminoso y la guerra civil en el
Perú, así como el fragor más intenso de un loco y tormentoso amor y no-amor que
yo vivía con una preciosa jovencita de Lima, a quien Symbol (titulado
originalmente Ultra-Tumba) está dedicado. Symbol es un texto atravesado por una
extrema violencia en su endiablado y entrecortado ritmo y su fragmentado
lenguaje. La violencia interior y exterior en que uno sobrevivía en aquel
tiempo. Hablando estríctamente de lenguaje poético, Symbol fue el destino final
de un viaje iniciado para radicalizar el conversacionalismo imperante y en el
que yo nací: el coloquialismo extremado me llevó al habla más profunda del
pueblo –la jerga del lumpen- contexto de violencia coincidente con toda la
situación que te describí líneas arriba. Pero como quien se da una vuelta de
180 grados, derivé en el atisbo del neobarroco de mi libro posterior Eucaristía
y antes Lauderdale (que salió en Hueso Híumero 35) por un desarrollo íntimo y
solitario de la propia poesía.
5. ¿En el Perú hay un
nuevo neo barroco?
En el Perú hay una
consistente tradición barroca moderna que se iniciaría con Martín Adán (La rosa
de la espinela / Travesía de extramares ) magníficamente desarrollada por
Carlos Germán Belli –hoy por hoy nuestro mayor poeta vivo- . En el ámbito
hispanoamericano, desde el período que llamamos neobarroco con Severo Sarduy
(1972) y luego la formulación de Néstor Perlongher, Roberto Echavarren y José
Kozer a partir de la muestra denominada Medusario (1996) podemos situar en esta
órbita -en el Perú- Sobrevivir de Mirko
Lauer. De la generación del 70 Vladimir Herrera y –hacia los 80s- la obra poética de José Morales Saravia
reunida en Oceánidas. Así mismo yo situaría en esta órbita –no exactamente
neobarroca- pero sí poética del lenguaje ( tal como la entiende el estudioso
del tema Enrique Mallén) el trabajo de Mario Montalbetti y de Carlos Lopez
Degregori.
6. ¿Cómo vez la poesía
peruana en la actualidad?
La veo bien, es decir
la poesía peruana tiene una gran vitalidad. Estuve en Lima en julio pasado y
pude comprobar la intensidad del reciente movimiento poético. Entre los nuevos
libros aprecio “Bucólica polución” de
Erika Meier, “Berlín” de Victoria Guerrero , “Balada del asesino” de Mixha
Zízek y “Sub verso” de Giancarlo Huapaya Cárdenas.
7. ¿Crees que la
tradición literaria peruana se construye a una manipulación de un grupo de
persona que tienen poder en diferentes rubros?
En el único poder en el
que yo creo es en el de la poesía. Poder espiritual y profundamente humano, que
es el de la belleza y que sólo otorga el paso del tiempo. Así me explico la
configuración de la tradición poética peruana, la que arranca con Eguren y Valdelomar
y se corona universalmente con César
Vallejo. Fundación que –a mi juicio- se complementa con la obra de Xavier
Abril, Oquendo de Amat, Martín Adán, Moro, Westphalen y se proyecta hasta
nuestros días con Blanca Varela y Jorge Eduardo Eielson. Ahora bien, dicha
belleza –este corpus literario- ha sido y es manipulado tendenciosamente por
las clases que han dominado la sociedad peruana, de acuerdo a sus intereses.
Esto es concreto y real y debemos denunciarlo sistemáticamente; pero la verdad
es que no tiene que ver –strictu senso- con la poesía en sí msima. La poesía
está aparte de ésto y es libre como una flor salvaje que brota en cualquie
parte para darnos belleza y ennoblecer el misterio de la experiencia
existencial.
8. ¿Qué tanto ha
cambiado el enfoque de hacer poesía en las últimas promociones poética peruana?
Debido a mi extrañeza
de Lima no dispongo de una información completa sobre el tema. Sólo puedo
hablar de lo que me gusta y/o me parece interesante de entre lo que yo conozco, que –como te
digo- es necesariamente fragmentario, en razón de mi ausencia del Perú. Y ésto
sería demasiado personal para una
sustentada opinión como la que tú me pides.
9. ¿Cuál es tu proyecto
a corto plazo?
Tengo en proceso de
escritura un par de libros nuevos de poesía. Mientras tanto trabajo en la
Universidad enseñando español y literatura latinoamericana que es mi
especialidad. Aparte de eso paso la mayor parte de mi tiempo estudiando en las
bibliotecas los distintos lenguajes poéticos y también dedico horas a la
meditación y a la contemplación. Busco una iluminación por la poesía.
Collingswood, New
Jersey, Fall’s antesala 2011.