jueves, 29 de septiembre de 2011

Lo peor de todo


Me considero un lector seguidor de Ray Loriga (Madrid, 1967) hasta el punto de invertir una cantidad innecesaria de dinero para leer esta su primera novela (1992) y esperar que me deslumbre como la primera y única novela que me conmovio: La pistola de mi hermano (Plaza Janes 1995). Otra vez no ha ocurrido. Mi lectura de Ray Loriga me hace recordar a la lectura de Alfredo Bryce Echenique. Un mundo para Julius fue el primer libro que leí en mi vida y descubrí la literatura y creí que todos sus libros seguiría descubriendo un mundo extra terrenal pero no fue así. Recuerdo que llegue a comprar todos sus libros para luego venderlos todos por la amargura que me había ocasionado. Así como fue mi primera ilusión también fue mi primera desilusión. 
Con las lecturas continuas te das cuenta que es muy difícil que un autor atine con su primera obra solo los genios, los tocados por un ser divino pueden hacer eso. Los mortales aprendemos a escribir con el tiempo y con libros fracasados en nuestro haber. Tal vez Ray Loriga pertenezca a este grupo o fue, tal vez, que lo sobre valore demasiado. 
Resumen: Élder Bastidas hace un repaso casi terapéutico de su vida: desde las decepciones de la infancia hasta un presente en el que la melancolía y la incomprensión lo dominan todo. Sólo el amor puede ser una tabla de salvación para no hundirse definitivamente.
Lo pésimo de la novela es que no pasa nada emocionante, no hay desequilibrio argumentativo, construcciones de personajes que vivifiquen el ambiente. La narración se convierte en  ínfima, secundaria, inútil para retratar a un adolescente promedio que no sabe ni pensar ni relatar su vida. Poco de reflexionar sobre el mundo construido poco de disfrutar literalmente. En torno a la técnica narrativa se puede calificar como chata e insoluble para lo que quiere construir. Un libro para el olvido de todos los tantos que se van abarrotando en mis estantes. 

Puntuación: Pésima
Presentación: Muy buena
Género: Narrativo
Leído: 21 de septiembre del 2011

sábado, 24 de septiembre de 2011

Entrevista a Roger Santivañez



El poeta peruano radicado en los Estados Unidos Roger Santivañez, gentilmente, me ha aceptado una entrevista sobre su quehacer poético de estos últimos años, así como una evaluación de su vida literaria.  Roger acaba de publicar en julio pasado en Lima la segunda edición de 'Amaranth' (Tranvias Editores) originalmente publicada en España, 2010; y su nueva obra 'Roberts Pool Crepusculos' Coleccion Premio Libros de poesía breve de Hipocampo editores. De esta manera iniciamos el segmentos de entrevistas a los mejores representantes de la literatura peruana y latinoamericana.

1  ¿Qué recuerdo tienes de tus primeros acercamientos a la poesía?
Mis primeros acercamientos a la poesía fueron intuitivos. Recuerdo que cuando tenía siete u ocho años –estando de vacaciones en Lima pues yo vivía en Piura- escribí una especie de poemas (digo especie porque yo no tenía idea de la poesía) en los cuales  jugaba y me divertía con las sonoridades del lenguaje. Para mí fue una suerte de descubrimiento alborozado y bajo la influencia de ciertas canciones rock que conocía debido a que mis hermanos mayores las escuchaban. Pero allí quedó la cosa, fue flor de un día. Posteriormente –en mi casa de Piura- me conmovió extraña y profundamente –hacia los doce o trece años- la lectura que hizo mi padre del Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías de García Lorca (a quien él adoraba) probando una grabadora de caset que eran novedad por aquellos días. Fue un impacto muy grande. Pero tampoco sabía bien de qué se trataba. Sólo en cuarto de media y cuando ya había empezado a escribir textos a los que yo –en mi soledad- llamaba poemas, cogí la obra completa de Vallejo –edición Moncloa , 1968- que mi padre atesoraba- y allí sí que se me rompió el cerebro y decidí que mi camino sería –única y exclusivamente- el de la poesía.

2. ¿Cuál es tu disciplina para la escritura?
Mi disciplina para la escritura es simple. Me predispongo para la poesía y entonces empiezo a escuchar –dentro de mi cabeza- los primeros acordes poéticos de la expresión. Seguidamente, principio a escribir. Y usualmente no paro hasta terminar el poema. Claro que el punto central es aquel predisponerse para la poesía y eso implica una disciplina vital por la que uno debe estar en poesía. Esto significa permanentemente mirar el mundo, la vida y las cosas poéticamente. Es decir, desde el punto de vista de la poesía. En cierto modo uno tienen que estar –digamos- en un mundo aparte, en tus reinos interiores como dice Hinostroza.

3. ¿Qué importancia tiene Kloaka para Roger Santivañez?
El Movimiento Kloaka (1982-1986) tiene la importancia de haber sido la gran experiencia colectiva de mi generación. Kloaka en su fundación –Dreyfus, Novoa, Gutiérrez y quien escribe- fue una suprahermandad –hasta comíamos del mismo plato- cohesionada por la entrega total a nosotros mismos –hacíamos sesiones empíricas de psicoanálisis mutuo- exteriorizando todo lo que habíamos vivido –sufrido- desde nuestra infancia y adolescencia. Y también fue un taller de creación poética y literaria, un intercambio de pareceres. Luego con la entrada y/o participación en  Kloaka de Velarde, De Ramos, Polanco, Soto,  Heredia  -y de los aliados y/o simpatizantes Mazzotti, D. Ruiz Rosas, Dávila-Franco,  Quijano, Bryce, Martin, B. Mendizábal, Berger-  nuestra acción pública se extendió –así como con las bandas Durazno Sangrando, Kola Rok de (Edgar Barraza, el inolvidable Kilowatt ), Medias Sucias y principalmente Delpueblo ( en su formación única y original)  y nos propusimos ser una conciencia vigilante desde la poesía  (es decir desde el punto de vista más humano)  de toda la sociedad en su conjunto, a la que considerábamos una cloaca –y de ahí el nombre Kloaka- porque veíamos que el Perú era una sociedad en descomposición total y decadencia absoluta y por eso planteábamos una Revolución radical de corte anarquista y con la perspectiva utópica prendada de un nuevo horizonte hacia el Socialismo. Kloaka fue la actitud de neovanguardia que nos reclamaba la inmarcesible juventud de los 1980s.

4. ¿Symbol” (Princeton, 1991) es la para la critica peruana uno de los libros fundamentales para comprender la poesía peruana esperabas esta respuesta?
No, la verdad que no la esperaba.  Uno cuando escribe –simplemente lo hace- y no está pensando en el efecto que tendrá. Escribí Symbol  durante los últimos días de diciembre de 1989 y todo el verano de 1990. Fueron noches de unos meses alucinantes. Buscaba sacarme desde lo más hondo de adentro de mí mismo algo así como mi verdadera voz y/o mi verdadera vida (Rimbaud) y lo cierto es que yo seguía a pie juntillas las consignas del genio francés. Por ejemplo: “Ahora estoy maldito, me da horror la patria. Lo mejor es dormir muy borracho sobre la arena”.  “Apreciemos sin vértigo la extensión de mi inocencia”. “La vida es la farsa que hemos de representar todos”. “Me creo en el infierno, luego estoy en él”. Y también: “La verdadera vida está en otra parte”. “Hay que ser absolutamente moderno”. ”estoy consagrado a un desorden nuevo, espero converitirme en un loco peligroso”.  Y finalmente “Una tarde senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié.” [versiones de Miguel Casado y Eduardo Moga]. Esta fue la ideología que alumbró Symbol en medio del pico más alto que alcanzó la insurrección de Sendero Luminoso y la guerra civil en el Perú, así como el fragor más intenso de un loco y tormentoso amor y no-amor que yo vivía con una preciosa jovencita de Lima, a quien Symbol (titulado originalmente Ultra-Tumba) está dedicado. Symbol es un texto atravesado por una extrema violencia en su endiablado y entrecortado ritmo y su fragmentado lenguaje. La violencia interior y exterior en que uno sobrevivía en aquel tiempo. Hablando estríctamente de lenguaje poético, Symbol fue el destino final de un viaje iniciado para radicalizar el conversacionalismo imperante y en el que yo nací: el coloquialismo extremado me llevó al habla más profunda del pueblo –la jerga del lumpen- contexto de violencia coincidente con toda la situación que te describí líneas arriba. Pero como quien se da una vuelta de 180 grados, derivé en el atisbo del neobarroco de mi libro posterior Eucaristía y antes Lauderdale (que salió en Hueso Híumero 35) por un desarrollo íntimo y solitario de la propia poesía.

5. ¿En el Perú hay un nuevo neo barroco?
En el Perú hay una consistente tradición barroca moderna que se iniciaría con Martín Adán (La rosa de la espinela / Travesía de extramares ) magníficamente desarrollada por Carlos Germán Belli –hoy por hoy nuestro mayor poeta vivo- . En el ámbito hispanoamericano, desde el período que llamamos neobarroco con Severo Sarduy (1972) y luego la formulación de Néstor Perlongher, Roberto Echavarren y José Kozer a partir de la muestra denominada Medusario (1996) podemos situar en esta órbita -en el Perú-  Sobrevivir de Mirko Lauer. De la generación del 70 Vladimir Herrera y –hacia los 80s-  la obra poética de José Morales Saravia reunida en Oceánidas. Así mismo yo situaría en esta órbita –no exactamente neobarroca- pero sí poética del lenguaje ( tal como la entiende el estudioso del tema Enrique Mallén) el trabajo de Mario Montalbetti y de Carlos Lopez Degregori.

6. ¿Cómo vez la poesía peruana en la actualidad?
La veo bien, es decir la poesía peruana tiene una gran vitalidad. Estuve en Lima en julio pasado y pude comprobar la intensidad del reciente movimiento poético. Entre los nuevos libros  aprecio “Bucólica polución” de Erika Meier, “Berlín” de Victoria Guerrero , “Balada del asesino” de Mixha Zízek y “Sub verso” de Giancarlo Huapaya Cárdenas.

7. ¿Crees que la tradición literaria peruana se construye a una manipulación de un grupo de persona que tienen poder en diferentes rubros?
En el único poder en el que yo creo es en el de la poesía. Poder espiritual y profundamente humano, que es el de la belleza y que sólo otorga el paso del tiempo. Así me explico la configuración de la tradición poética peruana, la que arranca con Eguren y Valdelomar y se corona  universalmente con César Vallejo. Fundación que –a mi juicio- se complementa con la obra de Xavier Abril, Oquendo de Amat, Martín Adán, Moro, Westphalen y se proyecta hasta nuestros días con Blanca Varela y Jorge Eduardo Eielson. Ahora bien, dicha belleza –este corpus literario- ha sido y es manipulado tendenciosamente por las clases que han dominado la sociedad peruana, de acuerdo a sus intereses. Esto es concreto y real y debemos denunciarlo sistemáticamente; pero la verdad es que no tiene que ver –strictu senso- con la poesía en sí msima. La poesía está aparte de ésto y es libre como una flor salvaje que brota en cualquie parte para darnos belleza y ennoblecer el misterio de la experiencia existencial.

8. ¿Qué tanto ha cambiado el enfoque de hacer poesía en las últimas promociones poética peruana?
Debido a mi extrañeza de Lima no dispongo de una información completa sobre el tema. Sólo puedo hablar de lo que me gusta y/o me parece interesante  de entre lo que yo conozco, que –como te digo- es necesariamente fragmentario, en razón de mi ausencia del Perú. Y ésto sería demasiado personal  para una sustentada opinión como la que tú me pides.

9. ¿Cuál es tu proyecto a corto plazo?
Tengo en proceso de escritura un par de libros nuevos de poesía. Mientras tanto trabajo en la Universidad enseñando español y literatura latinoamericana que es mi especialidad. Aparte de eso paso la mayor parte de mi tiempo estudiando en las bibliotecas los distintos lenguajes poéticos y también dedico horas a la meditación y a la contemplación. Busco una iluminación por la poesía.

Collingswood, New Jersey, Fall’s antesala 2011.

martes, 13 de septiembre de 2011

Caíma



Muy pocos se sabe de la poeta Blanca del Prado en la literatura de nuestro país. Arequipeña de nacimiento y alentadora, junto con José Carlos Mariategui, de la revista Amauta. Lo poco que sé de ella es por su nieta la señora y también poeta Julia del Prado Morales residente en la ciudad de Huacho que me explicaba que la causa del desconocimiento de esta poeta es por el exilio que sufre a Argentina y publicación de todos sus libros en dicho país. Es  deducible, entonces, que en su residencia logro desarrollar un carrera provisoria en torno a la literatura.
Por palabras de la nieta ningún familiar consanguíneo  posee ninguna muestra de su producción poética de esta animadora de la poesía de inicios del siglo XX en el Perú. Por esta razón no aparece en el canon literario peruano ni en los estudios de discursos femeninos. Cómo llega a mis manos en libro, designios de la suerte y la desvaloración de un lector o un heredero ignorante.
El libro Caíma (1933) fue publicado en Buenos Aires y la temática que se desarrolla gira en el recuerdo paisajista y biográfico. La importancia del libro es el lenguaje sutil, infantil y hasta egureniano en muchos de los poemas.Otro punto que resaltar es la inclusión de palabras arequipeñas quechuas que no son muy bien usadas por la autora (se leen artificiosas). El discurso de cómo se construye los poemas están a rayos luz del planteamiento de un problema de género ni que pesar de un discurso que afronte problemas ideológicos como uno puede suponer por la coyuntura vivencial que tiene la autora con el entorno de Mariategui.
Espero que este comentario sirva para un redescubrimiento o hallazgo de su obra que en si no aporta mucho al panorama literario pero si al discurso histórico de la voz de mujer en el Perú en torno a la Literatura.

Puntuación: Regular
Presentación: Buena
Género: Poesía
Leído: 5 de Septiembre del 2011

sábado, 3 de septiembre de 2011

Animal del camino



Roxana Crisólogo (1966) fue integrante del grupo literario villarrealino Noble Katerba que siguió en los años noventa las sendas de Hora Zero dejadas decenios atrás. Así el tema de la ciudad en su obra es de  predilección para la autora que privilegia trabajar con personajes y espacios subalternos en sus poemarios. Esta predilección responde porque Roxana Crisólogo pertenece a la tercera oleada de migración que se asentó en la parte sur de Lima que hoy es San Juan de Miraflores, y en la cual vivió en su época universitaria.
Animales del camino (Santo Oficio 2001) es la segunda incursión literaria. El libro en si recorre el mismo camino de su primer libro Abajo sobre el cielo (Nido de cuervos 1999); el tema de la ciudad es muy marcado, pero a diferencia del primero, su mirada cambia y va más allá del territorio peruano para trasladarla a lugares foráneos que guardan mucha similitud con la idiosincrasia peruana. Así el yo poético descubre con asombro la pobreza, la injusticia y el desempleo en el rostro de su pueblo en su andar. Este es un libro repleto de referencias en torno al poder que ejercen estos sectores privilegiados a los que son sometidos. Lo que no descubrimos en su libro es de donde procede este poder que subordinan el paisaje que se construyen en sus páginas.
También podemos agregar que es un  libro extraño por las pocas referencial a la femineidad o a algunos ajustes de cuentas con el discurso femenino que fue lo que más se desarrolló en el Perú en esos años. Animales del camino es un libro que nos enseña a reflexionar sobre la condición de hombre en estas épocas.

Puntuación: Bueno
Presentación: Bueno
Género: Poesía
Leído: 3 de septiembre del 2011

jueves, 1 de septiembre de 2011

Labranda



Labranda (2008) de Roger Santivañez (Piura 1956) se puede calificar como un libro-resumen de su quehacer poético durante todos estos años. Poeta esencial peruano nos propone desde las primeras páginas ese estilo delicado, cuidadoso, barroso e inteligente para construir un discurso que parte de la idea inicial del recuerdo de la tierra natal hasta los sus menesteres vivenciales en el exterior del País.
Santivañez es uno de los fundadores del movimiento Kloaka junto con Domingo de Ramos, Mariela Dreyfus, Julio Heredia, Mary Soto, Edian Novoa y el pintor Enrique Polanco. Además de ser un exponente de una nueva poesía personal que ha evolucionado desde el colonialismo urbano hasta le misticismo y el neo barroco. Roger ha heredado del movimiento Hora Zero lo sonoro y musical, y ha aportado el desarrollo de un discurso marginal lumpe / subterraneo.
Labranda (2008) es una biografía poetizada que se divide en cuatro partes como las estaciones de Vivaldi. Su poesía enhebra sonidos siguiendo un fraseo musical y de rupturas constantes mientras nos va construyendo su intimidad personal, vivencias familiares, barrios, amores y recuerdos. Roger, con este libro, nos presenta un pago de cuenta consigo mismo, una evaluación de todo aquello que ha sucedido mientras poetizaba buscando aquella belleza utópica que todo artista dicen rasguñar. Un buen libro para encontrarnos con una tradición barroca peruana marginal / periférica.

Puntuación: Bueno
Presentación: Muy bueno
Género: Poesía
Leído: 24 de agosto del 2011