martes, 25 de agosto de 2009

Secreciones,excreciones y desatinos


No he tenido la oportunidad de leer a varios autores brasileños, solo uno que me destapo el cerebro hace algunos años atrás. Me refiero a Rubem Fonseca (1925), unos de los más importantes narradores, vivos, de la tradición brasileña. Rubem Fonseca me deleito con su conjunto de relato: “Ella y las otras mujeres” (La otra orilla, 2007). La forma de tratar temas tan perversos con total normalidad y el lenguaje exacto sin decoro provocó mi fidelidad con su literatura. Fonseca es un escritor recientemente revalorado en Hispanoamérica y considerado como unos de los pioneros del relato policial. De este impacto desenfado de mi anterior lectura me compre: “Secreciones, excreciones y desatinos” (Seix Barral, 2003). Un libro raro -como son en mayoría los de Fonseca- que plantea desde el inicio la construcción de personajes extraños que se enfrentan a situaciones raras con un accionar en su contorno sosegado, como si lo presentado se normara en parámetros inverosímiles. Cuestión aparte es el lenguaje cotidiano que utiliza el narrador y ayuda a que estas situaciones se presenten como verosímiles. Un hombre que practica la copromancia y descubre su destino en los excrementos, un joven que chupa la sangre de sus enemigos, un aficionado al crucigrama, un enano que se deleita en enamorar a mujeres alta para después dejarlas por otras, son algunos de los personajes interesantes que se desprenden de su texto. De portada la temática puede sonarnos interesantes –como entendió este cronista aventurero-; pero de mi humilde posición creo que muchos de los relatos se tornan pesados por el tema efímero o el desenlace desencadenante. No hay un móvil siniestro, oculto, -si bien el tema es apetitoso e ingenioso- que maraville en los relatos. Entiendo que todo lo que puede escribir un escritor no debe gustar al público, pero esta columna no es para decir que es bueno y malo, sino ayudar al lector curioso con una lectura personal y, de esta manera guiar, una lectura satisfactoria. Acaso no será la primera responsabilidad de un crítico literario. De los relatos de Fonseca puedo destacar: Copromancia, La naturaleza, o la oposición a la gracia; Hermoso dientes y buen corazón y encuentro y desencuentros. Definitivamente resaltaré que los finales de los relatos me deja una desazón de incertidumbre, de frustración de los personajes, que provocan en el lector la esperanza de un desenlace siniestro –que no se cumple en la mayoría-. El hilo policial, que nos tiene acostumbrado Fonseca es uno de los recursos que utiliza para tener sujetados a una lectura de un tirón. Así como un tema ingenioso y un lenguaje sencillo. Rubem Fonseca es un motivo para enfrentarnos a una condición humana inútil y a la vez glorificante. Y nos invita a merodear por sus páginas como un inocente monaguillo descubriendo pecados de su cuerpo.

Puntuación: Regular
Presentación: Muy buena
Género: Relatos
Leído: 7 de agosto de 2009

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